Bufff… menuda mezcla, podría definir mi vida entera con estas tres palabras alternando el orden según el momento: “sentirme rara, tener miedo, querer cambiar…”. Pero claro, a su vez el cambio da un poco de vértigo, produce miedo y te hace sentir extraña frente a todos, frente al mundo.
Y así sucesivamente vez tras vez, en distintas situaciones, con distintas personas llega la misma sensación de cansancio de lo mismo de siempre: y te preguntas “¿cuándo va a parar?””¿cuándo voy a dejar de sentirme así?”. La rueda para cuando llega el “basta ya!”, – nombre científico: “no puedo más!”. Entonces, te planteas verdaderamente hacer algo al respecto.…Entonces, solo hay dos salidas:
Número uno: desparecer. Nos evadimos, sostenemos la mirada en otra dirección y retiramos la atención del momento critico. Esto es; dejarlo para otra ocasión..
Número dos: basta ya! -de verdad- y elegimos dar el paso y tomar acción para que se produzca el cambio. Pero es que claro, entre medias de tu decisión hacen también acto de presencia “Mr Miedo” y “Mrs Duda”: “¿de verdad, qué lo vas a hacer? tampoco estas tan mal, aguanta un poco, total, si luego se te pasa…”
En fin, en estos momentos de “noche oscura del alma«, suelo agarrarme con fuerza a un mantra que conocí hace tiempo y que dice así:
“cuanto mayor es la lucha, más glorioso es el triunfo”.
Esta frase la encontré en “El circulo de las mariposas”. Se trata de un corto que habla de miedos, derrotas, superación y transformación.
Hoy quiero compartir contigo mi grito de guerra y este cortometraje, deseando que te sea tan útil como a mi en las noches frías y oscuras del alma, cuando el miedo y la incertidumbre hacen acto de presencia:
Al fin y al cabo, ¿qué es la vida sino un gran circo?
¿Qué somos nosotros? sino la mariposa atrapada que anhela esa transformación para poder ser libre.
Te reto a que abras las alas y vueles… y a que disfrutes del viaje, porque este viaje es tu vida.
MdC.
Mr Miedo y Mrs Duda!! Así es más fácil darles su lugar!! Esos compañeros de viaje a los que hay que agradecer que te acompañen y permitirnos invitarlos a bajar en la siguiente parada.
Me apunto tu mantra para cuando los tenga sentaditos en el asiento de al lado!!
Hola Maria!
Efectivamente; debiéramos mirarles de frente, -sonreírles incluso- darle las gracias por la conversación y luego invitarles amablemente a que se bajen y seguir tu viaje tan ricamente 😉
Gracias por tu comentario. UN placer saludarte!
UN abrazo!